Alergia en el hogar

Alergia en el hogar

Nos encanta decorar los espacios, llenarlos de adornos y elementos que nos recuerdan algún momento memorable, pero ¿has pensado alguna vez que cada uno de esas cosas va juntando polvo y éste puede ser el causante de esa molesta alergia que te afecta hace algún tiempo? No te asustes. El polvo doméstico y la humedad de la cocina y los baños (donde proliferan los mohos y los ácaros) es una realidad que aunque nos encantaría, no podemos eliminar para siempre. Se juntan diariamente en las alfombras, libros, cortinas, duchas, lavaplatos, etc., por eso es imposible erradicarlos del todo. Mientras los ácaros prosperan en ambientes donde encuentren residuos de caspa humana (colchones, almohadas, sábanas, etc.), los mohos lo hacen preferentemente en lugares donde hay humedad y poca ventilación.

Para combatir las alergias y que tu casa esté siempre limpia, aquí te dejamos algunos simples consejos:

  • Mantener la casa limpia y ventilada por al menos 20 minutos diarios. Para evitar la proliferación del polvo dentro del hogar te recomendamos limpiar las superficies con un paño húmedo y en el caso del piso, hacerlo con la aspiradora en vez de la escoba.
  • Lavar la ropa de cama semanalmente con agua caliente.
  • Si uno o varios miembros de la familia son alérgicos al polvo, lo recomendable es tener las plantas fuera de la casa o en un lugar donde circule aire porque si bien pueden ser elementos decorativos y dan luminosidad, también concentran polvo y en algunos casos hongos.
  • Evitar los muebles tapizados. En las telas se acumulan los ácaros, por eso es mejor utilizar muebles de madera, metal, cuero, etc. En el caso de las cortinas recomendamos no mantenerlas siempre recogidas y es bueno lavarlas periódicamente.
  • Entre los azulejos y las baldosas de los baños proliferan los mohos. Para mantener el baño y evitar la aparición de mohos, se debe limpiar en profundidad al menos tres veces a la semana. Te recomendamos usar Fuzol Limpiador Baño, una fórmula con mezcla de Tensoactivos no iónicos que permite la eliminación de residuos de jabón, sarro y suciedad, así como también de gérmenes y bacterias, dejando las superficies tratadas brillantes, limpias, perfumadas y como nuevas.
  • La humedad de la cocina es un ambiente muy grato para los mohos. Recuerda mantener secos los azulejos, muebles y basurero; y no te olvides de los filtros, las rejillas y cualquier objeto donde se junte agua y pequeños residuos.

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